martes, junio 27, 2006

La Vida


Desde el miedo... aquel que asoma a diario
cuya sombra sigue tus pasos
aquel enemigo que mas hace daño...

Necesito aprender a vivir con él...
a sentirlo cerca mio... amenazante...
hoy no quiero siquiera sentirlo
pero las lágrimas te alejan...

Lamentablemente
ya muchas lágrimas no quedan...
o instancias para derramarlas...

La tarde es gris y la tristeza del alma aflora...
quizas para siempre...

domingo, junio 18, 2006

Eduardo Cabrera Infante


Violeta se abría con la suavidad de sus carnes, entraba yo en ese umbral del utero, me recibió como si llegara a su casa, entre sus casillas, el peón que se hace reina, en ese instante comenzó a moverse con una naturalidad que no pretendía enseñarme nada, que no me ocultaba nada, que lo ofrecía todo, sin artificio y al mismo tiempo con un arte aprendido con la simpleza que demuestra por ejemplo ciertos pintores japoneses que parecían haber nacido pintando y sin embargo su edad, un cúmulo de experiencia, la misma calidad intemporal de su obra indica un aprendizaje porque efectivamente un arte siempre se aprende.´
No sentí celos de aquel momento por los múltiples amantes o el sólo amante repetido que le enseño a moverse y no solo a moverse, mas que el golpe aparente del émbolo pero creado para recibir su piston, su cuerpo como en fuego estirandose hacia el horizonte, el cuerpo como mientras dejaba atras la vigorosa vulva entregandome su pelvis cuando me hurtada el torso, ella dividida en dos, igual que si el coito la acerruchara en un acto de bodevil vicioso era como si huyera para entregarse mitad y mitad, medio escape y medio enlace, era todo una actitud indicada con la palabra no solo la actividad, sino sólo la posición en que los ballerines y los pilotos llaman actitud mostrando el sexo en un ejercicio neutral que se ejecuta con el cuerpo..."

sábado, junio 10, 2006

II Entrega


"No porfavor no me toques ahí, puedes seguir con lo que estabas pero deja en paz mi otra mitad"...

Se refería a la teta derecha, la que trate de encontrar, la que nunca encontraría, era para preocuparse pero como estaba tan feliz de tenerla en mi cama desnuda entre mis miembros abriendo ahora ella sus piernas, que me olvide de su intervención, "mero capricho" y me subí sobre.

Toda penetración es un conocimiento y llegaría el tiempo en que para tratar intimamente a una mujer sería imprescindible acostarse con ella. Hasta ahora mi práctico de conocimiento era limitada por que para un cazador las únicas presas que cuentan son las disecadas.

Era ya una mujer casada y había en ella una manía didactica que la hacía indicarme por donde entrar, como proceder, cuando salir. Dulce se preocupó sólo la primera vez de disfrazar su desfloración con adornos danzatorios, todo era culpa del ballet y asi mi primera penetración estuvo enmascarada por su hipocresia, por la danza que jamas empezó.

Con mi mujer en cambio, fue el encuentro no con una virgen, sino con la virgen de la caridad, su educación religiosa, su verdadera religiosidad mas una cierta disposición a la histeria convirtieron nuestra primera vez en la única vez por muchos días, una perforación mas que una penetración provocando hemorragias que me recordaban la ontisis de mi hermano y hasta la visión de la niñez en el pueblo de un muchacho que sangraba por la nariz sin causa conocida.

Con Violeta en cambio................